En los viejos muelles del amazonas aun resuena la leyenda de Pepepez
A sus 70 años, aun se lanzaba al mar para jalar los amarres de los barcos pesqueros
Dicen quienes le vieron, que la sal termino por arrugar su piel y endurecerla como la de un tiburon
Es por eso que hoy regreso a ti
Para fortalecer mis instintos que acechan
para recuperar la libertad bajo un consentidor sol tardio
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