domingo, septiembre 10, 2006

La verdad incomoda del 11S no se olvida

Un aniversario mas de lo indecible. Hoy recordamos que el odio puede ser tan irracional, y al mismo tiempo hacernos tomar acciones con determinación y total convicción.
Pero hoy 11 de septiembre el discurso y la imagen nos vuelven de nuevo autómatas y nos hacen olvidar las cosas de fondo, para aprovechar las formas a nuestra conveniencia.
Hoy los noticieros nos recuerdan la muerte de 3 mil personas bajo los escombros del Centro Mundial de comercio. Tambien nos recuerdan que la respuesta ha costado 3 mil vidas en el frente de batalla.
Pero la historia no la escribe quien gana, sino quien tiene el dinero para comprarla.
La historia aplasta diariamente a quienes diariamente la hacen y la viven, pero su cronica no siempre esta al alcance del consumidor promedio.
Hoy nadie recuerda que un 11 de septiembre de 1973, bajo el auspicio de Estados Unidos, una dictadura militar fue impuesta en Chile. Salvador Allende, derivado de un mandato popular, murio, y dio paso a años de terror. El miedo al socialismo se volvio el pretexto para la desaparición de cientos de inocentes.
Tambien olvidamos por instantes que las guerras contra el terrorismo no solo cuestan vidas de fanaticos de ambos bandos, sino de civiles perdidos en el frente de batalla.
Baste decir que organizaciones humanitarias documentaron la muerte de 500 mil niños irakies en 10 años de bloqueo americano a ese pais. A mas de una decada de la Tormenta del desierto, aun no aparecen las armas quimicas ni nucleares, y el pais se destruye hacia adentro.
Las cifras oficiales hablan de 3000 martires de la libertad, pero no habla de las decenas de violaciones a mujeres y niños, las miles de detenciones ilegales, las decenas de miles de mutilaciones y muertes.
5 años después de la tragedia, el 11 de septiembre sirve como una pasarela oportunista para el partido republicano, proximo a enfrentar una eleccion en la que la impopularidad a la guerra no les favorece.
El miedo inflingido, y el odio irracional se incuban con una eleccion de estado, donde Baby Bush y los halcones neoconservadores straussianos, asi como los oligarcas petroleros se juegan su ultima carta.

Hoy invito a desechar la mierda televisada, que busca envenenar en la guerra de (in)civilizaciones, y a negar lo diferente. Que el 11s recuerde la infamia de la intolerancia, donde no se olvide el sufrimiento de otros, olvidados por ser el sur y no el norte.
Y antes de exigir venganza infinita o destrucción duradera, reflexionar en que medida somos autores de nuestra propia desgracia.

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