sábado, diciembre 16, 2006

Memorias de un enterrador (dia 359)


Porqué llorar, si la sangre ha dejado de ser una tortura
y la noche eterna dara cobijo a un cuerpo doliente
En medio de la luz de la ultima sepultura
inmersos en una nube de polvo del medio dia
se abren las fauces amorfas del destino final

Y el llanto doble que aflora en los corazones
se queda para inyectar vida eterna
Con mis manos marcadas por la vida
me despido esta noche en un ultimo sueño

En mi ultimo canto llevo tus enseñanzas
con la confianza de la compañera que aguardo por ti

Gracias

Hasta que nos volvamos a encontrar


In memoriam. Asuka. La Negra

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