El punto de la lealtad es trascendental.
¿Es el general Vega desleal con el comandante de las Fuerzas Armadas, el presidente Fox, al no querer involucrar al Ejército en la represión en Oaxaca? ¿Es leal el almirante Peyrot al estar dispuesto a hacerlo?
El general Vega ha venido cuidando a la institución, no sólo la militar sino, sobre todo, la presidencial. Cuando se negó a preparar la represión por instrucciones de Fox, tuvo que ver más con la necedad de utilizar la fuerza para resolver problemas de los políticos, que con una amenaza para la seguridad nacional.
El almirante Peyrot no ha tenido reparos en apoyar las decisiones políticas por encima de las institucionales, lo cual le ha sido premiado con presupuesto y futuro político.
Hoy, Oaxaca los exhibe y expone la contradicción del sexenio: institucionalidad versus intereses particulares. ¿Qué es lo importante? El Estado no se maneja al gusto de particulares ni para resolver las deficiencias o las diferencias de los políticos. De eso ya tenemos demasiado lastre en el pasado.
Las Fuerzas Armadas tampoco pueden ser manejadas con discrecionalidad por el Presidente en turno, sino en función de salvaguardar los intereses nacionales.
Reprimir en Oaxaca para salvar la cara de un gobierno que no ha sabido gobernar, nos regresa rápidamente al pasado. El general Vega lo entiende. El almirante Peyrot está a tiempo de reconocerlo.
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